No le puedes ganar a tu reflejo

Somos reflejos de un mismo espejo

Buenos días, noches, tardes, perros, gatos o lo que tú quieras.

No sé a qué hora leas esto, cómo lo leas, donde lo leas o por qué lo leas.

Lo importante es que si ya llegaste a esta tercera línea significa que me estás leyendo.

Entoces todo bien.

Súper bien.

Hace unos días avisé por acá que haría una importación de mi plataforma de correos de newsletter.

Por fin lo he logrado, tengo nueva plataforma y eso significa dos cositas:

  1. Que si estás ya leyendo esto significa que te siguen llegando mis correos y tú no tienes que mover ni un dedo.

  2. Que el diseño de mis correos tal vez cambie un poco, ya que apenas le ando agarrando a esta nueva cosa.

Fin del comunicado estelar del día de hoy.

Ahora a lo bueno. A la carnita vegana, por aquello de si no comes carne animal.

Han sido muchas semanas de lecturas medio pasivas, medio agresivas y medio intensas.

Mucha reflexión. Mucha escritura. Mucha paz pero también mucha tensión en mis ideas.

Nada nuevo. Lo normal. Iniciando el año como se debe y a como estoy acostumbrado.

En fin.

Hoy solo te quiero compartir la reflexión severa a la que he llegado en estos días.

Tiene que ver con la competencia, con el esfuerzo y con la colectividad.

Y no, no se trata del mundial. Ese ya fue tema qatarí del año pasado.

Mi reflexión es la siguiente:

Que por más que lo intentes, nunca le podrás ganar a tu reflejo en un espejo.

Ya sé.

Tal vez te esperabas algo más profundo. Pero deja me explico.

Entendamos que tú y yo a final de cuentas fuimos formados por una misma fuente. Una misma energía. Llámale dios, llámale universo o llámale gato. Como tú quieras.

Si somos parte de la misma esencia y de la misma fuerza creadora, entonces significa que tenemos la misma raíz. Que somos en parte lo mismo.

Eso a la vez significa que somos reflejos, porque esto es como con los gemelos, lo que hace y piensa uno es muy probable que se le parezca a lo que hace y piensa el otro.

En general, pues.

Entonces, si somos reflejos, somos misma esencia y somos misma raíz, pues significa que sommos espejos, ¿no?

Venga.

Ya te imaginarás así el significado de la reflexión que con anterioridad te mencioné.

No le puedes ganar a tu reflejo en el espejo porque pues, sí, así como es, ya somos el reflejo en el espejo.

Y si lo piensas un poquito más verás que esto empieza a cobrar sentido en toda interacción o experiencia humana que tengas.

Toda competencia que quieras ganar o que pienses que tienes en la vida se reduce a entender que realmente no importa quien gane, porque al final somos unos malditos reflejos.

Igual con el dinero que ganas contra el que gana tu vecina. Igual con las nalgas tonificadas de tu instructor de gym contra las caídas que tienes.

No seremos la misma forma, pero sí el mismo fondo. Reflejos de un mismo espejo.

Por eso simplemente digo:

No te esfuerces de más en querer ser algo más de lo que ya eres. Nunca dejaremos de ser reflejos. Nunca dejaremos de ser el espejo de la otra persona.

Por eso trátate bien para que trates bien al de al lado. Por eso trata bien al de al lado para que te traten bien.

Simple. Espero que me entiendas, porque… pues somos espejos.

Es todo por hoy.

R.